A mi madre... Tu renuncia callada, tu fuerza sin falsas poses, tu arroz, tu alma; tu mano en mis noches de fantasmas. Tu presencia que aclimata, tus zanahorias con queso y esperanza. Tú, en una pieza, cuando el sustento faltaba, tu estoica manera de decirme, calma. Tus manos sanadoras en mis heridas, llenas de tierra y sudor …
Madre sólo hay una…fecha
Hijos de a madres....