A ella…

A mi madre... Tu renuncia callada, tu fuerza sin falsas poses, tu arroz, tu alma; tu mano en mis noches de fantasmas. Tu presencia que aclimata, tus zanahorias con queso y esperanza. Tú, en una pieza, cuando el sustento faltaba, tu estoica manera de decirme, calma. Tus manos sanadoras en mis heridas, llenas de tierra y sudor …

byluis7

« me arrodillo por las noches ante tigres que no me dejarán ser - lo que fuiste no será otra vez - los tigres me han encontrado pero no me importa. »

Totalmente necesario

Esencialmente estúpido.

Garri Sinoff

Ver, lo que se tiene que pensar