Te miro en la tarde, de lejos; te toco sólo con la mente. Sé que estás aquí cuando galopando las horas, que son montadas por absurdos, se pierden con el sol, entre las sombras del crepúsculo que anuncia la oscuridad. La oscuridad de los fáciles, de los que se miden en denarios, porque no saben contar …